Historia:
La familia Otis, cuando llegaron, se llevaron un susto tremendo, la puerta se les abrió sola y apareció un fantasma, les dijo hola y se quedaron con la boca abierta. Les invito a entrar, y no les apeteció mucho porque alrededor de la casa había muchas tumbas y por dentro estaba todo mojado y roto, así si que parecía encantada. El embajador era alto, rubio y iba bien vestido. Su mujer era alta pero no tanto como el embajador, su pelo era castaño y siempre llevaba un vestido. Sus hijos eran gemelos y se le diferenciaban porque uno tenía un lunar y el otro no. Al final el fantasma era muy simpático y se quedo a vivir con ellos.
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